Para los investigadores que buscamos día a día reflejar la realidad en los resultados de nuestros estudios ha sido una noticia largamente esperada que finalmente se estableciera una nueva clasificación socioeconómica de los españoles. De esta forma, se revisaba la definición de clase social que estaba vigente desde 1988 y que había quedado claramente desactualizada.
Los profundos cambios económicos y sociales, así como la evolución que se había producido en nuestro país hacían necesario este reajuste; especialmente después del fuerte impacto que la crisis económica ha tenido en la estructura socioeconómica de los hogares españoles.
La clasificación vigente desde 1988 se basaba en el cruce de dos variables: el nivel de estudios y la profesión del sustentador principal de la familia. Uno de los problemas de dicha clasificación había sido el crecimiento del nivel educativo de la población que, al no ser corregido en la definición de clase social, había llevado a reflejar un crecimiento de las clases más altas en detrimento de las más bajas, cuando la lógica y el sentido común nos decía que esto no estaba funcionando así.
La nueva clasificación socioeconómica de los españoles
La AIMC (Asociación para la investigación de Medios de Comunicación) y ANEIMO (Asociación Nacional de Empresas de Investigación de Mercados y Opinión Pública) trabajaron conjuntamente para establecer una nueva clasificación más representativa de la estructura social actual, que será la referencia para la mayor parte de estudios realizados en España.
Para reconstruir el concepto y que llevase a hacer un análisis más preciso y ajustado a la realidad, AIMC y ANEIMO analizaron los datos de ingresos del hogar que se habían venido recogiendo desde 1997 para identificar los mejores predictores del nivel de ingresos.
La nueva clasificación se ha resuelto con una fórmula que recoge las siguientes variables:
- Los conceptos manejados inicialmente (es decir, el nivel de estudios y profesión del sustentador) con asignaciones actualizadas.
- La actividad del sustentador principal de la familia (trabaja, jubilado, parado, inactivo).
- También se tienen en cuenta nuevas variables: tamaño del hogar y número de individuos con ingresos en el mismo.
Estas variables, combinadas, permiten obtener la mejor estimación posible para jerarquizar a los individuos conforme a su nivel de ingresos. Cómo resultado se han establecido 7 segmentos para distribuir a la población de menor (IE2) a mayor nivel de ingresos (IA1).
Por otra parte, y dado que los cambios socioeconómicos pueden estar sujetos a grandes variaciones en periodos temporales cortos, también se ha acordado que las sucesivas revisiones se realicen de forma más periódica: cada 5 años se revisará la validez del índice y cada 10 años se revisará de forma que no pierda actualidad.
Todo ello se encuentra extensamente descrito en el siguiente webinar que fue organizado por Aedemo.
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